REFLEXIONES DE UNA MUJER CON ATRASO MENSTRUAL

Me levanto por la mañana y voy al baño, reviso bien las prendas y dentro del inodoro, ni rastro de rojo ni de negro, aún no me baja la regla maldita ¿Qué día estoy ya? ¿Tercero? No, cuarto, es hoy o nunca. Es hoy o comprar la prueba de embarazo casera, por segunda vez, solo para confirmar “en 4 o 5 días después de la primera” decía el sobre, para estar segura. Y si no llega y luego la segunda sí sale positiva ¿Entonces qué?, llamaré a mi amigo, avisaré a mi novio, para que compren la pastilla de Misoprostol, porque es demasiado riesgo, no la puedo comprar en persona, cuando mi amigo se la compró a aquella chica, la enfermera le dio una mirada, sabe que es cómplice, este chico no tiene gastritis, piensa. Pero no tiene pruebas y tampoco es su problema. Dios los castigará, les caerá el karma, seguro son géminis y escorpio, los peores signos; pero antes inflar el precio, se puede ganar un algo extra con esto, después de todo esas niñas desesperadas darán lo que sea con tal de quitarse al parásito que se instala sin permiso en su vientre, es lo mínimo que se puede pedir, es su castigo por delinquir ante Dios… y ya me ganaré alguito, piensa. 20 soles la toma, y mi amigo tiene que soltar la plata, 4 tomas 3 veces hasta que funcione y si no funciona una vez más, 4 tomas más. 20 x 4 x 3, no, x 4. 3 x 8, 24; 4 x 8, 32, entre 240 y 320, máximo. A mí no me las darían a ningún precio, tiene que ir mi amigo, pero aún no es seguro, aún me puede bajar, quedan 24 horas, técnicamente 32, aún hay mucho día por delante y si baja y no pasa nada, habré perdido 32 horas de mi vida preocupándome por un vacío. “No tienes nada, que estés embarazada es imposible” dice el novio “nos hemos cuidado, tendríamos que ser los más fértiles porque ni siquiera pude… ya sabes, ya hemos hablado de esto antes” habrá que creerle, al menos hasta que baje “Yo tampoco creo que estés” dice mi amiga, “no tienes síntomas ni nada” habrá que continuar, basta de pensar, hay que ir a Youtube, a Facebook, lo que distraiga mejor, hay tiempo libre. Prendo la pantalla y ya estoy dentro, acá puedo pensar en cualquier problema menos en el mío “¿Quién es Roro Bueno y por qué hace rabiar a las feministas?”, otro video de estos, cada día me caen más videos de fachos ¿Me los busco yo para torturarme o me los tira el algoritmo?, ya no tengo idea. Evidentemente son fachos, se los reconoce por su obsesión con la ira de las míticas feministas de pelo rosa, un ente que en su imaginario y psique asemeja la imagen de la bruja y que, sospecho, al igual que las brujas, todos saben como se ven aunque nunca nadie haya visto una. Pues ¿Quién diablos es Roro Bueno y por qué me importa? Vamos a ver, mejor pensar en eso que en tests de embarazo, períodos, misoprostol, aborto, escapar del país o terminar presa. Hoy día, a mi novio Pablo se le antojaban unos ricos petes, así que decidí hacérselos desde cero… qué voz más insoportable de la morra esta, dejo el celular, pero afuera hay confusión y vientres, mejor volver al video mirad cómo le ha gustado, y sólo me tomó 20 000 años y los comentarios, la mayoría de hombres que qué guapa, que qué hermosa, yo también quiero una esclava que me haga la cena cuando llego de la chamba, ya no hay esclavas como tú, mi mujer también es una esclava en mi casa estamos casados hace 40 años y es muy feliz, sigue así, esclava, y no hagas caso a las feministas que quieren verte libre. Imagino a un viejo de 50 años, semi calvo y con una panza de cerveza fruto de las pichanguitas de su juventud, pero me engaño, deben ser también jóvenes, 20, 30 años, votantes de Milei que se hacen llamar libertarios; españoles, argentinos, peruanos también que están acostumbrados al sometimiento de sus madres y sufren de trastornos dignos del lente de Freud, u otros cuyas madres no estuvieron sometidas pero añoran esa imagen en las madres de sus amigos, en las abuelas, en las caricaturas antiguas, en la propaganda alimentada por la nostalgia a un pasado inexistente; pobrecitos, algunos muestran ignorancia, qué malditos, otros muchos saben perfectamente lo que hacen, llevo suficiente tiempo estudiando para saber que la ignorancia no es el origen de todos los males, ni aún el peor, no, el peor es la inopia, la ignorancia atrevida, la ignorancia que se niega a aceptar que es ignorante, la ignorancia terca dirigida por un odio manifiesto y visceral hacia lo que no se entiende, hacia un otro considerado inferior que no se humilla y mantiene el cerviz levantado; llevo suficiente tiempo en el mundo para saber que las cosas no siempre fueron así, que hubo tiempos mejores, aunque breves, para ser mujer. Parecen cientos, miles de fans de las esclavas, bajo el celular y ya estoy en la cocina haciéndome la cena, qué ironía, al menos la hago para mí sola, pienso, y la cocina en su silencio no me absorbe, vuelven los pensamientos intrusivos. Qué horrible si estuviese embarazada, aún con el apoyo de mis congéneres es un pensamiento horrible, no porque me importe abortar, personalmente no sé si me importa, pero pienso en pañales, biberones, visitas periódicas al médico, ginecólogo, un parto que me puede matar como casi mató a mi madre y un niño que definitivamente me matará, porque los niños son la muerte de los padres desde el inicio de los tiempos y por los siglos de los siglos, amen, sin pensar en los gastos que todo lo anterior conlleva y los gastos extra, cumpleaños, día del niño, navidad, la deformidad del cuerpo, las complicaciones, los desgarros por parto, la depresión posparto, y para rematar, que en el colegio venga una chiquilla licenciada en educación a hablarnos a los “papitos y mamitas” y tener que soportar a los papitos y mamitas de los demás niños, el infierno. Y bebé y carrera nunca van bien juntos, 2 años sabáticos, médico, psicólogo, nutricionista y ¿Quién lo va a cuidar asumiendo que seguiré estudiando? El novio quizá, él está en la duda existencial de si dejarme el paquete a mí por su libertad, para no repetir la historia de sus padres y que se repita más bien la de los míos o asumir y joderse conmigo, ninguna de las dos opciones es buena, y luego ¿Quién sabe lo que le diga su familia? ¿Quién sabe si el peso de todos ellos será más grande cuando se sientan más justificados de meter su cuchara en mi vida porque su hijito ya la cagó y se ha abierto una nueva línea sanguínea? Al menos tengo la opción o posibilidad de ahorrarme todos estos disgustos, pero si hubiera nacido en otro lugar cercano, siendo incluso niña y estuviera en dicha situación, mi madre en persona se acercaría a mí y me diría “Debes tenerlo, hija” imitando la frase más famosa de la Rosa de Guadalupe. Y se acabó, mi familia me condenará a ser una rata sirvienta de ellos, tendré que soportar sus cojudeces por otros 20 años, seré la hermana de un hijo que no pude cuidar y me resiente y habrá que morirse o peor, seguir viviendo. He visto niñas así, esas almas perdidas que parecen vivir en una esclavitud más allá de todos nosotros, esclava de la familia del marido para poder mantener a un bebé que tuvo antes de obtener razón, cuando un señor en su tribu la afanó y su propia familia, feliz de obtener algo del intercambio la vendió, y ahora arrimada, sola, en un lugar desconocido, desdichada, afanosamente limpia el piso y hace la cama y atiende a un bebé cuyo tamaño ella igualaba hace poquito más de una década. No soy esa alma en pena, pero esa historia no me consuela, me repulsa, sobre todo porque la historia de esta señorita y muchas más, anónimas, no sale en ningún periódico ni en ninguna red social, nadie habla de ella y por lo mismo es como si no existiera, como si fuera un rezago de pasado en un presente cambiante e indiferente. En redes lo que inunda es el rosa, las coquette, la película de Barbie, los que están a favor y en contra del lenguaje inclusivo, los que siguen preguntándose si la mujer solo debe poder elegir sobre su cuerpo en caso de violación, si su vida vale más que la base biológica que crece en su vientre que morfológicamente es indistinguible de la misma masa biológica de un cuy o un elefante y si los espermatozoides necesitan tener o no DNI, si se hace eco de las niñas de 14 años casadas este se pierde en la inmediatez del tiempo informático y la organización es inexistente. Esta niña ni siquiera está casada, ¿Se considera rapto si los padres la regalaron? ¿Quién la protege? Y ¿Quién protege a la niña de esta niña que en una década sola tendrá la edad de la madre? ¿Es realmente una locura pensar que este hombre que desposó a una chiquilla sería capaz de hacerle algo a la hija de ambos? Y repetir una vez más el ciclo de historias atroces que inundan los periódicos de manera acrítica, sensacionalista y revictimizante. Y ¿Qué hay de las niñas que son esclavas sexuales en Madre de Dios? ¿De los cientos de mujeres que no logran estudiar o abandonan sus carreras y la vida pública por tener que dedicarse a la casa, a los hijos, a los ancianos, sencillamente porque se les tira encima esa responsabilidad? Nadie habla de esas niñas y mujeres, para el Estado no existen, su registro de nacimiento y su documento de identidad no permiten ver su desgracia, son un fantasma, un gran tabú, un pensamiento intrusivo, dudaría de su existencia si no las hubiera visto yo misma.

 Lo peor que les puede ocurrir no es ni siquiera que se las ignore, es que se las considere como el enemigo, como parte de la masa de miserables que son despreciados por movimientos “anticomunitaristas” como el de Milei, los enfermos de cáncer, los discapacitados, los pobres, la lacra social y por supuesto que sí, las niñas embarazadas, son enemigos todos de su “movimiento político” que busca ganar adeptos hoy en el Perú también. María Antonieta y Luis XVI tenían más conmiseración que la bestia que es Milei, al menos intentaban aparentar que les importaban los pobres, tenían sus programas de caridad, apoyaban la cultura de la ilustración… argumento con esto que en la historia se han cortado cabezas por menos, y sin embargo sale hoy a relucir el fantasma del fascismo entre las poblaciones del mundo, con los mismos preceptos de los que hablaba Erich Fromm en “el miedo a la libertad”, una masa iracunda de gente que cree que tiene un propósito histórico, que considera que existe gente que nace para gobernar y gente que nace para obedecer, que la guerra es el estado natural de las cosas y deben dominar los más fuertes sobre los más débiles. Milei es todo esto pero en clave capitalista: una masa iracunda de gente que cree que tiene un propósito histórico, eliminar el “movimiento progre”, toda forma de comunitarismo, regresar a tiempos mejores de bonanza capitalista, y suprimir a la “casta política” en favor de la libre empresa, que considera que existe gente capaz de volverse millonaria por mérito propio y si no se llega a serlo es por la “mediocridad” propia de cada uno, que muchas veces se plantea también como una especie de esencia, “no todos piensan bien como los ricos”, que debe reinar la ley de la oferta y la demanda y la competencia constante del mercado y que los que “ganan” el juego del sistema no le deben nada a los perdedores, las lacras, los pobres. Que todo tipo de ayuda del gobierno a los menos es un robo a los más y el robo, como es propio de un sistema que venera la propiedad privada, es el más grande de los pecados, más que el asesinato, más que la masacre, que la tortura, que la violación, que el genocidio. Por eso decimos los “progres” que Milei tiene un modelo en clave fascista y nazi, las similitudes son bárbaras pero no se entienden si solo ves en la política un conflicto entre Estado y empresa privada, para empezar que cualquier marxista bien leído sabe que la empresa privada no funciona independiente del Estado, el capitalismo necesita de un orden y una base social para que funcione que solo el Estado puede brindar, si no, ¿Quién va a castigar a todos los ladrones, disidentes y progres? El tema es que el fascismo que promueve Milei está planteado para ser lo suficientemente abierto para que cualquiera con aires de grandeza pueda creer en él, que él por su “mérito”, por su creatividad, por características que le son intrínsecas es capaz de algún día ser rico, porque ¿Cómo imaginar que uno sería el perdedor? No, el perdedor es “el otro”, el que es engañado, el que es vencido por el sistema, el vago, el pobre, el ignorante, la mujer y la niña que abren las piernas, el que no sabe levantarse tras la adversidad porque carece de suficiente “resiliencia”, de suficiente “autoestima”, de suficiente “asertividad”. El fuerte debe vencer sobre el débil, una aseveración tan antigua como la historia humana, el debate entre Sócrates y Calicles del Gorgias, y de Sócrates con Trasímaco en La República es revivido en su mayor esplendor. Los nazis lo revivieron a medias, el “error” de Hitler, entre comillas porque fue adrede, aunque movido por el odio, fue cerrar su grupo ganador a un número mínimo de alemanes arios que dejaba a demasiadas personas intrínsecamente afuera de su sistema perfecto y eso que aún así hay quienes sin ser arios se identifican acá en Perú, país de Todas las Sangres, con el paraíso de Hitler. Pues bien, el argumento de Milei es más fuerte o por lo menos tiene más adeptos que el de Hitler, porque cualquiera puede creerse suficientemente meritorio, hábil, fuerte, inescrupuloso, para no ser del grupo de los perdedores del sistema, al menos hasta que llegue a serlo a pesar de todos sus esfuerzos, pero para entonces sería demasiado tarde porque la oligarquía ya habría abarcado toda la propiedad para sí; estamos hablando así de un movimiento dentro de las democracias parciales que tenemos, que ideológicamente empujan masiva e iracundamente a la oligarquía a hacerse con el poder, estos seres no son ya meros alienados del sistema como aseveraba Marx en El Capital, son soldados sin paga del nuevo régimen oligarca que, a través de todos los medios, busca imponerse mundialmente y asentarse en el poder, y al igual que los soldados de las Cruzadas que peleaban a favor de la Iglesia por la causa religiosa, pero además con el fin de conseguirse alguito ellos también y ser parte de los ganadores. Eso puede estar muy bien en términos de conveniencia para estos oligarcas, pero el problema recae en el resto de nosotros y nosotras y también, por supuesto y muy enérgicamente nosotres, el actual 99,9% de la población mundial que no somos oligarcas ni estamos cerca de serlo aún si gozamos de cierta estabilidad económica o incluso pequeña fortuna y con mayor razón los que no tienen ninguna, y así como va la acumulación de la riqueza actualmente y notando la tendencia creciente a la mayor desigualdad económica nunca seremos el tipo de oligarcas capaces de convertir nuestra riqueza, mayúscula o exigua en poder político; para poner en perspectiva a aquellos defensores acérrimos del capitalismo, la historia de aquel hombre llamado Jaime Quispe que vino de provincia a Lima con un sol en el bolsillo y logró hacerse “rico” y fundar una cadena de pollerías familiar no constituye la formación de un verdadero oligarca, porque una cadena de pollerías por mucho dinero que posea no tiene ni el mismo ingreso ni la misma influencia política que el narcotráfico en un país que oscila entre el primer y segundo lugar en exportación de cocaína y que ni piense el señor Jaime Quispe en competir en influencia política con Amazon, Facebook, Google y otras empresas similares, ni siquiera con Rappi, más bien utilizará los servicios de dichas empresas como consumidor desposeído de control sobre las decisiones de las dichas al igual que cualquiera del resto de mortales, no hay competencia posible. Además, es posible decir que Jaime Quispe ha ganado en el sistema y ya no es parte de los perdedores, pero ¿por cuánto tiempo? ¿Aguantaría una crisis económica de la magnitud que se nos viene? Si todos los perdedores se vuelven más pobres ¿Quién comprará sus pollos? Si nadie compra sus pollos ¿Cómo pagará a sus empleados? Si no paga a sus empleados ¿Cómo comprarán sus empleados sus propios bienes y servicios? Y si no compran a los otros ¿Cómo los otros, nuevamente, podrán comprar los pollos a la brasa de Jaime Quispe? Las crisis asaltan como una reacción en cadena, y análogamente a la formación de las bombas nucleares no se sabe cuando van a terminar. Ahora bien, en medio de este juego infantil de ganadores y perdedores están las vidas y futuros de millones de personas adultas que gustan de decir por redes que solo quieren estar tranquilas y vivir en paz con sus familias cada vez que hay manifestaciones, tomando su palabra por cierta, estar tranquilos ahora, cuando estamos bajo ataque, es una mala estrategia para una tranquilidad futura y duradera, pero hemos de volver al feminismo.

En efecto, estamos bajo ataque, todos los sectores sin privilegios, vulnerables, las infancias, mucha gente de a pie y las mujeres y su libertad también. Engels consideraba que el capitalismo necesita de la esclavitud doméstica de la mujer para su correcto funcionamiento, ella habría de proveer un espacio doméstico para el hombre que habría de dedicarse al trabajo asalariado así como de proveer más niños que formarán parte de las nuevas hordas de obreros, mientras más oferta de fuerza de trabajo exista, más reemplazables y precarias serán las condiciones salariales de los empleados, se necesitan por tanto, más empleados y más niños que sean futuros empleados. Por otro lado, también para la guerra en la historia, se ha usado siempre el vientre de la mujer como impresora masiva de sobrevivientes de las masacres, futuros ciudadanos para cuando los jóvenes actuales usados como soldados ya estén muertos en el frente. Con el crecimiento del capitalismo y la amenaza constante de nuevas guerras entre las potencias, que se desatan en conflictos pequeños entre naciones laterales: rusia vs ucrania, Israel vs palestina, no debería extrañarnos tanto que exista una nueva oleada de movimientos anti derechos que limitan la libertad de las mujeres y retrasan su emancipación. Empezó con Agustín Laje declarando la “batalla cultural” (declaración de guerra al feminismo y las corrientes progresistas), y le siguió la derogación de Rode and Wayde en EEUU, a pesar de estar en el poder el partido demócrata. Luego, los medios masivos de todo el mundo exigen con cada vez mayor violencia, más bebés de las mujeres de todas partes del mundo, se habla de crisis de natalidad, de desaparición de países enteros, de crisis económicas futuras, de incapacidad para cuidar a los ancianitos, todo con la esperanza de que las mujeres pongan en funcionamiento sus vientres para salvar al país; es especialmente interesante que esta histeria haya comenzado en Corea del sur que también está reviviendo sus conflictos con Corea del norte por cierto y que está dominada por una oligarquía de empresas electrónicas como Samsung, LG, etc. Es en aquel país también, donde las mujeres se están negando con mayor fuerza a seguir los roles tradicionales que el país les está exigiendo con mayor vehemencia de un tiempo a esta parte; para rematar, todas las iglesias abrahámicas están aprovechando el caos para buscar más adeptos también con el discurso de la mujer tradicional. El impacto se ve en las redes y en los medios, titulares cada vez más conservadores, las tradwifes, los homófobos y tránsfobos que odian las olimpiadas de París y los alegatos constantes y absurdos de que Imane Kheliff es un hombre sin más sustento qué la histeria colectiva de los medios que difundieron la noticia falsa de que tendría cromosomas XY. Luego, los comentarios de la derecha se van radicalizando con el tiempo, empieza en negación “no es que esta mujer sea sumisa, es que le gusta más la cocina”, continúa en justificación “¿Y qué si es sumisa? Es su libertad ser sumisa, no tiene nada de malo” ignorando que los derechos humanos señalan que uno no puede venderse a la esclavitud ni siquiera por voluntad propia, entonces se cagan en los derechos humanos también porque el fin superior de estos no es defender la propiedad privada sino la vida y el bienestar humanos, y termina en afirmación “todas las mujeres deberían ser sumisas y servir al hombre porque ese es el orden establecido por Dios”. Por otro lado, las mujeres que entran en el mercado laboral, son vistas por tradición como más débiles, y lo más débil no puede ni debe alcanzar ese tipo de poder que le pertenece al más fuerte así que también está el factor de que en el mundo público la mujer sigue viéndose como amenaza y más aún si entra en “competencia” con el hombre. Se ha hablado mucho desde la izquierda de la guerra entre los sexos como un divisor del proletariado, un intento por desestabilizar el movimiento entre otras cosas, pero nunca se ve en esta llamada “guerra de los sexos” al hombre como perpetuador del conflicto, para los defensores de este punto de vista, los hombres no buscan problemas, son las mujeres las que dividen el movimiento, ignorando neciamente que cuando hay conflicto no existe solo la parte ofensiva, se encuentra también la resistencia acérrima del status quo, no ven que son una analogía de los reaccionarios que cuando ven una manifestación social o un sindicato en lucha culpan a estos de generar el conflicto en vez de ver las contradicciones que se hallaban en su base. Quisiera darle una vuelta a este alegato, el machismo y el patriarcado son los verdaderos divisores del proletariado, si los hombres que supuestamente son de izquierda tienen un problema con la idea de la emancipación de la mujer, con acompañar su lucha, con promover su educación y la educación sexual, con la anticoncepción, con el aborto libre, todas luchas que en forma alguna se oponen al marxismo, más están cercanas a él; el que se opone a la unión con una potencial aliada de su movimiento proletario es él. No directamente feministas pero relacionados al movimiento de igualdad de género es el tema de los homosexuales, los intersexuales, las personas transgénero y otras disidencias, ¿Por qué en vez de adoptar los intereses de estos grupos humanos, tan proletarios como cualquier otro y adaptarlos a tus ideales marxistas, integrarlos en el movimiento para seguir el ideal, etc, tu reacción es desprestigiar sus intereses, sus luchas, y a veces a toda su persona en conjunto? ¿O acaso el hecho de que diga “todes” en vez de “todos” cambia sus condiciones materiales? Y el hecho de que lo haga ¿Merece una pelea? ¿Que prefiera andar de la mano con alguien de su mismo sexo en la calle niega el hecho de que va a tener que trabajar toda su vida de manera precaria? Pregunto yo. No quisiera pensar que se han unido al marxismo solo por la estética militar de la URSS, en cuyo caso da lo mismo ser comunista que fascista o nazi como le gusta alegar a los liberales bienpensantes. La base de su movimiento se supone, es la convicción de que el proletariado independientemente de su condición debe gobernar en igualdad, “la lucha por la liberación de la humanidad” ¿No es así? ¿Acaso todes elles no son humanidad? Cuando hay exclusión, no hay unión. Ya les cuento, los comunistas de esos de verdad, eran y son ateos y antifascistas, para dolor de los liberales. Si estás teniendo demasiadas coincidencias con grupos religiosos, fascistas y nazis a pesar de considerarte comunista igual deberías empezar a repensar tus prioridades y las bases de tus convicciones y les cuento además que si existe gente hoy en día que está más cerca de no tener nada que perder son precisamente muchas personas dentro y alrededor del espectro LGBT que hoy en día existen y pululan al margen de la sociedad.

A todo esto, las corrientes feministas no terminan de ponerse al día, no se dan cuenta de que los tiempos de experimentación, de arte posmoderno, de tolerar la intolerancia, de defender a la mujer sin conocer los fundamentos del feminismo, huir de Beauvoir como si fuera la peste, defender derechos con pasividad o incluso no reconocerse a una misma como feminista ya pasaron y nos estamos acercando, de hecho, al fin de la posmodernidad que solo es una corriente posible en democracias. Ha llegado el momento de despertar, estudiar, organizarnos, educar y militar para resistir la oleada de conservadurismo y movimientos anti derechos que nos caen como propaganda masiva desde los medios de comunicación y las redes sociales, es necesario hacer esto porque nosotras mismas no tenemos el dinero para organizar a una masa iracunda solo en base a propaganda en medios internacionales y lo que se nos viene más bien es la censura, lo más probable es que no vendrá ninguna ONG a salvarnos, la organización desde las bases y el trabajo son las herramientas necesarias para esparcir nuestra convicción de que la mujer debe ser libre y estar en pie de igualdad de derechos con los hombres, si no lo hacemos, tendremos que atenernos a las consecuencias.

Huele a quemado, apago la olla a tiempo, mi comida se salvó, menos mal. Me siento a comer mi guiso en soledad, con el celular al costado todavía, pero ya no quiero, por misericordia, más videos fascistas. ¿Evitarlos sirve para cuidar mi salud mental o es la salud mental sólo una excusa más para evitar la política? Le pongo a denunciar y pienso en si elegir “por contenido violento o repulsivo”, “por contenido abusivo o que incita al odio”, “por contenido engañoso o spam” o ignorarlo, darle a “no recomendar este canal” y dejarme de joder la existencia con esta gente ¿Realmente son tantos para preocuparme? La experiencia me dice que sí y que la propaganda es muy fuerte, hace dos días nomás a una niña que conozco le llegó a recomendados del Spotify una canción tradicional alemana: nazi, por supuesto, no diré cuál es para no darles más voz. Están yendo tras los jóvenes, están copando el espacio digital y entre los inseguros y los tibios van surgiendo los radicales y convencidos. Es un mundo duro este que está naciendo, menos de 100 años y una guerra es todo lo que tomó para que el “nunca más” quede en el olvido, a pesar del olor a quemado que aún emana de Auschwitz y Dachau. No debí trivializar, hace 5 años, antes de la pandemia, el encontrar un paralelismo aparentemente ridículo entre el “marxismo cultural” que denunciaba un politólogo argentino y el “bolchevismo cultural” denunciado por el Tercer Reich. Debí ver las señales cuando se pretendía dar más importancia a las muertes por hambruna en la URSS que al holocausto nazi. ¿Es ya demasiado tarde o existe esperanza? Es un mundo horrendo para botar a un nuevo ser en él, para abandonarlo a la suerte del azar, y hay demasiado qué hacer para que se pierdan todas las fuerzas de la juventud en traer y criar a un ser nuevo en vez de ayudar con el trabajo a los demás seres que ya existen, confundidos, vacilantes, que caminan, cojean y se arrastran en las viñas del señor. Termino de comer con amargura, lavo mi plato y sigo pensando, y pensando y pensando, es la única libertad certera, el pensamiento, en el que todos son libres, también es una canción alemana, pero no es nazi, menos mal. Tengo que ir al baño nuevamente, maldigo a todos los dioses y les rezo a todos a la vez, sea que se peleen todos entre ellos por las contradicciones de sus variadas doctrinas y entre los picos, lanzas, rayos, truenos, piedras, maleficios, y poderes varios que poseen en ese mundo imaginario de la divinidad uno de estos me atraviese y ponga fin a mi sufrimiento o al del cigoto, de existir. Voy al baño, me siento y cierro los ojos, mi suerte depende de encontrar una masa roja o negra, roja negruzca, roja y negra. Significaría que me he preocupado todo el tiempo por nada, que la pared se desprendió con naturalidad como de costumbre y la evidencia serían los dos colores, rojo y negro. Rojo y negro como de Stendhal, rojo y negro como el anarquismo, rojo y negro como las banderas que ondeaban en Francia hace 200 años augurando el fin del Antiguo Régimen, rojo y negro de libertad.

Atenea Maúrtua

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Atenea Maúrtua es estudiante de Ciencia Política de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, es coeditora y escritora de la revista La Lechuza así como coorganizadora del proyecto de Ágora Constituyente y Café Filosófico en La Asociación Cultural Búho Rojo. Ha sido expositora en La Noche de la Filosofía 2023 y 2024 y dirigido un grupo de estudios de feminismo llamado “El Aquelarre”. 

Tags :

buhos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Novedades

PALABRA IMBORRABLE

De los libros de la Biblioteca del Búho, que atesora y cuida, publicamos uno de los fragmentos más vivos y cruentos de la obra Todas las sangres (Biblioteca Peruana). José María Arguedas (1911-1969) fue un laudable escritor que dedicó muy buena parte de su vida a retratar un Perú invisible e ignorado. Pág. 71: «FUE […]
Leer

INSOMNIO

Por Ricardo Palma Cabrera Me habían dicho con frecuencia hace cinco años atrás que era la promesa del ajedrez, nunca llegué a entender con satisfacción el significado de esa palabra, en esa afirmación. Por el contrario, entendí muy bien las consecuencias de esta palabra en mi vida para siempre. Cuando jugaba básquet veían en mí […]
Leer

EL CHALO

Por Alexander Mateo ASPIRÓ HONDO, hizo puños, luego clavó con las uñas la palma de sus manos. Las mismas manos sudorosas que temblaban casi toda la semana al verla. Ahora, en la avenida, mientras esperaba debajo de la sombra rectangular que edificios enladrillados alargaban por toda la calzada de la calle Vilcanota, seguía con la […]
Leer

VIDEOTAPE

Por Paul Alexander Ramirez Vasquez ¿Qué tal si dejamos la tierra y nos fragmentamos? como lágrima evaporada en el calor del sexo ¿O si dejamos los despojos del habla con tanta propicia humareda? O si no te interesa ni impresiona, imaginemos que realmente hubo un Demiurgo, o que existió Diógenes; pero no ha de importar, […]
Leer